El Comandante Daniel Martín Labrandero, militar de carrera del ejército Republicano español, participó en la guerra contra el levantamiento militar del General Francisco Franco entre los años 1936 – 1939. Los republicanos, que defendían la República contra la monarquía, perdieron la guerra. El General Franco impuso una tiranía militar. Los que perdieron la guerra se refugiaron en Francia.

Martín Labrandero fue a servir a Paris, Francia y allí le sorprende la ocupación militar alemana. Martín, rápidamente se integra en la Resistencia y combate a los alemanes. Fue capturado y trasladado en tren a un campo de concentración, dónde permaneció hasta el fin de la guerra y fue liberado en 1945. Solicitó ayuda para trasladarse a Cuba, donde tenía numerosos amigos.

Llegó a Cuba a finales de 1945. En esos momentos, el gobierno de Cuba lo formaba el Partido Revolucionario Cubano Auténtico (P.R.C.A), que habían derrocado la tiranía de Gerardo Machado en 1933. Los revolucionarios Cubanos estaban en el poder por medio de las elecciones, un gobierno democrático. El presidente elegido fue el Dr. Ramón Grau San Martín gobernando entre los años 1944 – 1948. Posteriormente, el P.R.C.A. obtuvo la victoria con el Dr. Carlos Prio, quien fue presidente electo de Cuba por el periodo de 1948 -1952.

Por simpatía, los revolucionarios cubanos ayudaban a los españoles antifranquistas. El presidente Carlos Prio, amigo personal de Daniel Martín Labrandero, le tenía en alta estima por ser muy inteligente, valiente y tener una trayectoria muy meritoria. Desde que Martín llegó a Cuba, los revolucionarios le ayudaron, le nombraron Capitán de la Policía Secreta, jefe del negociado de Homicidios, donde permaneció hasta el 10 de marzo de 1952. Fecha en la que el General Fulgencio Batista dio un golpe Militar estableciendo un sistema dictatorial.

Con motivo de este golpe se creó la Organización Auténtica (OA), una organización insurreccional que tenía por objetivo derrocar la “tiranía”. Una de las secciones de la OA era un aparato de inteligencia, que compraban las armas (eran las más modernas de guerra que tenían los americanos), las trasladaban desde Nueva York a Miami y tenían varias casas que servían de depósito donde se procedía a quitar el embalaje original de fábrica y se introducían en bolsas de plástico para enviarlas a Cuba. Los envíos se efectuaban dos veces por semana desde Miami por yates y desde Florida por avión. Estas armas las recibía y estaban en poder de Menelao Mora.

Martín Labrandero renunció a su cargo en la policía. Participó en conspiraciones dentro de la policía, razón por la cual le pusieron preso. Se fraguaba una operación militar de gran envergadura para matar al dictador Batista. Un gran jefe revolucionario Menelao Mora, amigo de Martín Labrandero, le habló que se trataba de asaltar el Palacio Presidencial y dar muerte al dictador. Menelao consideró que Martín era la persona idónea para el cargo de jefe militar del asalto al palacio, ya que era un militar de carrera y había participado 3 años en la guerra en España.

Como estaba preso, había que sacarlo de la prisión para la fuga; ésta se produjo a tiro limpio, se fugaron 3 presos, La fatalidad hizo que Martín Labrandero perdiera la vida, lo mataron a varias calles de distancia de la prisión. Fue abatido por la fuerza numérica, un enorme despliegue de policías. Menelao Mora designó otro jefe militar Carlos Gutiérrez Menoyo. El asalto al Palacio se produjo y fue un tremendo desastre por carecer de un jefe militar competente, murieron todos incluyendo a Menelao Mora. Esto ocurrió en marzo de 1957.